En el legado de Marta Díaz Alemany reside un faro de amor inquebrantable que ilumina nuestros corazones con gratitud y coraje. Su espíritu resiliente nos enseña que, a pesar de las tormentas, la paz interior es nuestro refugio seguro. Que su memoria sea un recordatorio constante de que en cada amanecer hay una nueva oportunidad de abrazar la vida con esperanza y valentía. Sigamos adelante con la certeza de que el amor perdura más allá de las despedidas, y que en cada lágrima hay un destello de luz que nos guía hacia horizontes de esperanza eterna.
Publicado en el archivo
24 de abril de 2024