En el legado de Mario Ormeño Sánchez, encontramos un faro de amor inquebrantable que ilumina nuestros corazones con coraje y resiliencia. Que su memoria nos inspire a cultivar la gratitud en cada paso, a abrazar la paz que nos rodea y a vivir con esperanza en cada amanecer. Recordemos su espíritu valiente y amoroso como un recordatorio de que incluso en la oscuridad más profunda, siempre hay una luz brillante que nos guía hacia adelante. En su honor, sigamos adelante con valentía, amor y confianza en el camino que se presenta ante nosotros.
Publicado en el archivo
11 de enero de 2020