En memoria de Marina Luisa Aranda Solís, recordemos que el amor que sembró perdurará en cada corazón que tocó. Inspiremos coraje para enfrentar la adversidad con valentía y resiliencia, sabiendo que la esperanza es la luz que guía nuestro camino. Cultivemos la gratitud por los momentos compartidos y la paz que trae consuelo en medio de la pérdida. Que su legado sea un recordatorio de que, aunque las lágrimas caigan, el amor siempre perdura, y que en cada amanecer encontremos fuerza para abrazar la vida con renovada esperanza y gratitud.
Publicado en el archivo
12 de julio de 2019