En el legado de Marco Antonio Oyarzo Rovira palpita el amor inquebrantable que todo lo transforma, la resiliencia que renace de los corazones valientes, la gratitud que llena de luz los caminos oscuros y la paz que abraza cada alma con su suave calidez. En su recuerdo, inspirémonos a vivir con la certeza de que cada día es una nueva oportunidad para amar, para seguir adelante con coraje y para abrazar la esperanza que nos guía hacia horizontes llenos de luz y promesas. Que su memoria sea un faro de amor y esperanza en nuestro caminar.
Publicado en el archivo
22 de agosto de 2019