En el legado de María Virginia Concha Barrientos encontramos la fuerza del amor inquebrantable, la valentía de seguir adelante, la gratitud por cada momento vivido y la paz que trasciende la partida. Que su historia nos inspire a abrazar la vida con resiliencia, a cultivar la esperanza en nuestros corazones y a recordar que, incluso en la oscuridad, siempre podemos encontrar la luz. En su memoria, seamos testigos de la belleza que reside en cada pequeño instante, y llevemos su amoroso espíritu dentro de nosotros, como un faro de amor y esperanza eterna.
Publicado en el archivo
8 de marzo de 2020