Que la luz del amor y la gratitud de María Teresa Ruiz Echevarría ilumine nuestros corazones con coraje y resiliencia. Recordemos su paz interior como un faro de esperanza, guiándonos en tiempos de oscuridad. Sigamos adelante, cultivando la bondad y la compasión en cada paso que damos, sabiendo que el amor perdura más allá de la vida terrenal. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con valentía y agradecer cada instante. En su memoria, encontremos consuelo y fortaleza para enfrentar los desafíos, recordando que el amor es eterno.
Publicado en el archivo
24 de octubre de 2019