Que la fortaleza de María Teresa Crovetto Garlaschi inspire en nosotros el amor inquebrantable, la resiliencia inagotable y la gratitud por cada día de vida. Que su coraje frente a las adversidades nos recuerde que siempre hay luz en la oscuridad y que la paz interior es un regalo preciado. Sigamos adelante con valentía y esperanza, construyendo un camino lleno de bondad y compasión. En cada amanecer, encontremos la fuerza para seguir, recordando que el amor es nuestro motor y la esperanza nuestro horizonte. Que su legado nos guíe hacia un mañana más lleno de luz y esperanza.
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20 de enero de 2020