Que la luz del amor que MARÍA TERESA CONCHA URETA irradiaba ilumine nuestros caminos, infundiendo coraje en nuestros corazones y gratitud en nuestras almas. Que su ejemplo de resiliencia nos inspire a seguir adelante con esperanza, recordando siempre el valor de cada momento. En su memoria, abracemos la paz que nos regala el recuerdo de su amor inquebrantable, permitiendo que florezcan nuevas oportunidades y bendiciones en nuestras vidas. Que su legado perdure en nuestra forma de amar, de enfrentar desafíos y de encontrar belleza en la sencillez de la vida.
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4 de enero de 2024