En memoria de María Paz Correa Pottstock, recordemos que en el jardín de la vida florecen las semillas del amor, la gratitud y la esperanza. Que su coraje y resiliencia nos inspiren a abrazar cada día con valentía y compasión. En cada amanecer, encontremos la fuerza para seguir adelante con fe en nuestros corazones y paz en nuestras almas. Que su luz siga brillando en cada acto de bondad y generosidad, recordándonos que el amor perdura más allá de la distancia. En su honor, sigamos cultivando el amor y la esperanza en todo lo que hacemos.
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4 de enero de 2020