En la memoria de María Lucila Guajardo Núñez, recordemos que el amor es eterno, la gratitud transforma el dolor en luz y la paz interior nos guía en tiempos de tormenta. Que su coraje y resiliencia inspiren nuestros corazones a perseverar con esperanza y compasión, encontrando fuerza en cada amanecer. En cada suspiro, en cada recuerdo, encontremos la fortaleza para seguir adelante, abrazando el presente con valentía y sabiduría. Que su legado nos recuerde que la vida es un regalo precioso, y que cada paso que damos está lleno de posibilidades y amor inquebrantable.
Publicado en el archivo
16 de octubre de 2019