Recordemos a María Lucía con gratitud por el amor y coraje que sembró en nuestro camino. Su resiliencia y paz interior nos inspiran a seguir adelante, enfrentando cada desafío con esperanza y valentía. Que su luz siga brillando en nuestros corazones, recordándonos que el amor es eterno y que en la adversidad encontramos la fuerza para renacer. Que su memoria nos impulse a vivir con pasión y compasión, abrazando cada momento con gratitud y amor incondicional. En su honor, sigamos adelante con fe y humildad, construyendo un futuro lleno de amor y esperanza.
Publicado en el archivo
11 de enero de 2020