En memoria de María Lorenza Cuevas de Araya, su luz perdura en cada corazón tocado por su amor incondicional y su valentía. Que su legado de resiliencia inspire gratitud por cada nuevo amanecer y paz en los momentos de tormenta. Recordemos su espíritu gentil como un faro de esperanza, guiándonos con sabiduría en el camino de la vida. Que en su memoria encontremos fuerza para abrazar con ternura nuestras emociones, cultivar la compasión y regar cada día con semillas de amor. ¡Que su luz siga brillando en cada rincón, llevándonos a un lugar de paz y armonía!
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21 de marzo de 2024