Recordemos a MARÍA JOSÉ FERNÁNDEZ MONTANER con gratitud por su amor inquebrantable y coraje inspirador. Su legado nos enseña la resiliencia ante la adversidad y la paz que se encuentra en el abrazo del amor. Sigamos adelante con esperanza, nutriendo nuestro espíritu de gratitud por cada amanecer que nos regala la vida. En la huella que dejó MARÍA JOSÉ, encontramos la fuerza para seguir adelante, recordando que el amor y la esperanza son faros que guían nuestro camino en la oscuridad. Que su memoria sea la semilla de amor que florezca en nuestros corazones.
Publicado en el archivo
26 de marzo de 2024