En el legado de María Isabel Pérez de Lyon, recordamos su resplandeciente amor que iluminó vidas en las sombras, su coraje que desafió tormentas con valentía y su resiliencia que floreció en la adversidad. Que su ejemplo inspire gratitud por cada día vivido, paz en los corazones inquietos y esperanza en los horizontes por venir. En cada sonrisa compartida, en cada lágrima abrazada, en cada sueño abrazado, su espíritu perdurará en el tejido mismo de la vida. Que en cada amanecer recordemos su luz y en cada anochecer celebremos su legado con amor sin límites.
Publicado en el archivo
29 de febrero de 2020