En honor a María Fernández Madrid, recordemos que cada amanecer nos regala la oportunidad de abrazar la vida con valentía y gratitud. Que el amor de quienes nos rodean sea nuestro refugio en los momentos oscuros, y que la paz interior nos guíe en el camino hacia la resiliencia. Recordemos que en cada lágrima hay fortaleza, en cada sonrisa hay esperanza, y en cada recuerdo hay un tesoro de amor eterno. Que su legado nos inspire a vivir con pasión y compasión, recordando que la luz que emana de nuestros corazones nunca se desvanece.
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1 de octubre de 2019