En memoria de María Eufemia Echeverría Avilés, recordemos que en el jardín de la vida florecen la gratitud y la paz, nutriendo nuestros corazones con amor inquebrantable. Su legado de coraje y resiliencia nos impulsa a ser valientes en tiempos de adversidad, recordando que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para abrazar la esperanza. Que su luz perdure en nuestras almas, guiándonos en el camino de la vida con humildad y compasión. En su honor, vivamos con la certeza de que el amor es eterno y nuestra fuerza interior, inquebrantable.
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15 de enero de 2020