Que la luz de María Ester González Trujillo, llena de amor y gratitud, ilumine nuestros corazones en momentos oscuros. Que su coraje y resiliencia nos inspiren a seguir adelante con esperanza y paz en el alma. Cada amanecer lleva consigo la promesa de nuevos comienzos y oportunidades para crecer y amar. Recordemos su legado con cariño y aprendamos a abrazar la vida con valentía y compasión. En cada suspiro, encontremos la fuerza para superar los desafíos y seguir adelante, sabiendo que el amor es eterno y nos guía en cada paso que damos.
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18 de junio de 2019