En honor a María Emilia Rodríguez Labraña, recordemos que cada amanecer nos regala la oportunidad de abrazar con coraje la vida, de inspirarnos en su resiliencia y de cultivar la gratitud en nuestro corazón. Que su luz nos guíe hacia la paz interior, recordándonos que el amor es la fuerza más poderosa que nos impulsa a seguir adelante, incluso en los momentos más oscuros. Que su legado nos motive a enfrentar los desafíos con valentía y a abrazar con esperanza el futuro que nos espera. Que su recuerdo sea un faro de esperanza en nuestro camino.
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25 de febrero de 2024