Que la luz del amor y la gratitud que María del Carmen Álvarez López sembró en nuestros corazones, nos guíe con coraje y resiliencia por caminos de paz y esperanza. Que en su memoria encontremos fuerzas para abrazar cada nuevo amanecer con valentía y generosidad, cultivando la semilla del amor incondicional en cada paso que damos. Recordemos su legado con alegría y serenidad, sabiendo que su espíritu perdura en cada acto de bondad y compasión que compartimos. Sigamos adelante con la certeza de que su luz brilla en nosotros, recordándonos que el amor siempre prevalece.
Publicado en el archivo
25 de octubre de 2019