En el legado de María Cristina Vildósola Cincinnati encontramos un canto a la vida, una sinfonía de coraje y gratitud que nos invita a abrazar cada día con resiliencia y amor inquebrantable. Que su luz siga iluminando nuestros caminos, recordándonos que la paz interior es la mayor fortaleza, y que en los momentos de adversidad es donde florece nuestra verdadera valentía. Sigamos adelante con el corazón lleno de esperanza, confiando en que cada nuevo amanecer nos ofrece la oportunidad de crecer, amar y ser agradecidos por la maravilla de existir.
Publicado en el archivo
17 de octubre de 2019