Que la luz del amor que MARÍA CECILIA GANA NOVARO compartió con el mundo siga brillando en nuestros corazones, recordándonos la importancia de vivir con coraje y gratitud. Su legado de resiliencia nos inspira a enfrentar los desafíos con valentía, encontrando paz en los momentos difíciles. Mantengamos viva su esencia a través de actos de bondad y generosidad, honrando su memoria con cada paso que damos. Que su amor perdure en nosotros, guiándonos en el camino de la esperanza y recordándonos que siempre hay luz en la oscuridad, si sabemos mirar con el corazón abierto.
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27 de enero de 2024