Que la luz del amor y la gratitud que MARÍA CECILIA DABANCENS OPAZO sembró en su vida ilumine nuestros corazones, recordándonos que el coraje y la resiliencia son compañeros de viaje en nuestro caminar. En honor a su memoria, abracemos la paz que nos ofrece cada nuevo amanecer, encontrando consuelo en la certeza de que su legado perdura en el tejido de nuestras vidas. Sigamos adelante con esperanza, nutriendo nuestras almas con la ternura de sus recuerdos y la fuerza de su ejemplo, sabiendo que en cada desafío también hay oportunidad de crecimiento y transformación.
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12 de abril de 2024