Que la luz del amor y la gratitud que MARÍA CAROLINA SAID LABÁN sembró en cada corazón siga brillando con coraje y resiliencia. Su legado de paz y esperanza nos guíe en los momentos oscuros, recordándonos la fuerza de un alma bondadosa. En cada suspiro, en cada amanecer, encontremos la serenidad para abrazar la vida con valentía y compasión. Que sus recuerdos florezcan como flores en primavera, inspirándonos a seguir adelante con fe y optimismo. En su honor, vivamos con la certeza de que el amor perdura más allá del tiempo y el espacio.
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14 de abril de 2024