En el recuerdo de MARÍA AURA VILLABLANCA SANDOVAL, su luz perdura en cada corazón que tocó. Que su amor infinito nos inspire a abrazar la vida con coraje y resiliencia, agradeciendo cada instante como un regalo precioso. Que en medio de la tristeza encontremos paz, y en la oscuridad, veamos destellos de esperanza. Que su legado nos recuerde que siempre hay motivos para sonreír, para abrazar con fuerza y para seguir adelante con fe inquebrantable. En cada suspiro, en cada recuerdo, encontremos el amor que nos une más allá del tiempo y del espacio.
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16 de febrero de 2024