Que la luz del amor que María Antonieta Reyes Jara compartió con el mundo siga brillando en cada corazón, recordándonos la importancia de la gratitud y la resiliencia. Que su coraje inspire en nosotros la fuerza para enfrentar los desafíos con esperanza y valentía. En su memoria, abracemos la paz que solo el amor verdadero puede traer, encontrando consuelo en los recuerdos compartidos. Que su legado nos enseñe a apreciar cada momento y a valorar a quienes nos rodean, sembrando semillas de esperanza que florecerán en un mañana lleno de luz y bondad.
Publicado en el archivo
1 de noviembre de 2019