En el legado de Manuel Nova Avendaño perdura un mensaje eterno de amor inquebrantable, coraje incomparable y resiliencia inagotable. Que su memoria sea faro de gratitud, recordándonos que en la oscuridad siempre podemos hallar la luz que guía hacia la paz interior. Sigamos adelante con fe, abrazando cada instante con la certeza de que el amor nunca se desvanece, el coraje nunca se agota y la esperanza siempre renace. En cada latido de nuestro corazón, encontremos la fuerza para seguir el camino con valentía y agradecimiento, escribiendo nuestra propia historia de amor y esperanza.
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5 de marzo de 2020