En honor a la memoria de Magdalena María Bascuñán Oviedo, recordemos que en el corazón de la oscuridad siempre brilla la luz del amor inquebrantable. Que su coraje nos inspire a abrazar la resiliencia, agradeciendo cada amanecer como una nueva oportunidad para sembrar paz en nuestro ser y en el mundo que nos rodea. Que en la senda de la vida, cada paso sea un tributo al valor de seguir adelante con esperanza, fortaleciendo nuestros lazos con el universo y con nosotros mismos. ¡Que el amor y la esperanza guíen nuestros pasos siempre!
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19 de abril de 2020