Que la luz del amor que Mónica irradiaba siga iluminando nuestros caminos, recordándonos la importancia de vivir con coraje y gratitud. Su legado de resiliencia nos enseña que en la oscuridad más profunda también brilla la esperanza. Que en esos momentos de silencio y paz podamos sentir su cálido abrazo, recordándonos que el amor perdura más allá de la vida terrenal. Sigamos adelante con valentía, sabiendo que su espíritu vive en cada acto de bondad y cada sonrisa compartida. En honor a su memoria, vivamos con amor y esperanza cada día.
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5 de enero de 2020