Que la luz de tu recuerdo sea un faro de amor inquebrantable, recordándonos que en cada amanecer hay esperanza renovada. Con coraje enfrentamos los desafíos, con gratitud abrazamos las bendiciones y con resiliencia seguimos adelante. En el jardín de la memoria, florecen las semillas de paz que sembraste en nuestros corazones. Tu legado perdura en la suavidad de una caricia, en la fuerza de un abrazo y en la calidez de una sonrisa compartida. En cada latido, en cada suspiro, tu luz brilla eterna, guiándonos con amor a través de la oscuridad hacia la promesa de un nuevo día.
Publicado en el archivo
30 de noviembre de 2019