En el legado de Luis Tisné Torreblanca perdura un faro de amor que ilumina senderos con coraje y resiliencia. Que su memoria nos inspire a abrazar la gratitud por cada instante y a encontrar paz en los corazones que late al unísono. En su honor, recordemos que en los momentos de oscuridad, la luz del amor propio y la esperanza siempre brillan con fuerza, guiándonos hacia un futuro lleno de promesas y oportunidades. Mantengamos viva su llama eterna, construyendo puentes con bondad y compasión para un mundo en constante transformación y renacimiento.
Publicado en el archivo
19 de octubre de 2019