En la memoria de Luis Ramón Víllota Zúñiga, recordemos que en cada lágrima hay fuerza, en cada suspiro hay coraje, y en cada amanecer hay una nueva oportunidad de amar y de encontrar la paz interior. Cultivemos la gratitud por los momentos compartidos, la resiliencia frente a las adversidades, y la esperanza en un mañana lleno de posibilidades. Que su espíritu siga guiándonos hacia la luz, recordándonos que el amor es eterno y que la vida, con todos sus matices, merece ser vivida con valentía y compasión. ¡Sigamos adelante con el corazón lleno de esperanza y la mente enfocada en lo bello que nos espera!
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19 de abril de 2024