En cada amanecer, recordemos a Luis con amor y gratitud, honrando su coraje y resiliencia. Que su luz nos guíe hacia la paz interior, inspirándonos a seguir adelante con esperanza y bondad en nuestros corazones. En los momentos difíciles, recordemos su valentía y fortaleza, sabiendo que podemos superar cualquier adversidad con amor y fe. Que su legado nos recuerde la belleza de vivir con pasión y compasión, celebrando la vida en toda su plenitud. Sigamos adelante, abrazando cada instante con gratitud y amor, construyendo un futuro lleno de esperanza y paz interior.
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30 de agosto de 2019