En memoria de Luis Orlando Salvo Rodríguez, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que florecen en el jardín del alma. Con coraje y resiliencia, abracemos cada nuevo amanecer con la certeza de que la paz interior nos guiará en el camino. Que la luz de su legado anide en nuestros corazones, recordándonos que la esperanza es un faro que ilumina incluso en las noches más oscuras. Sigamos adelante con valentía, encontrando consuelo en la belleza de la vida y en la certeza de que el amor perdura más allá del tiempo y el espacio.
Publicado en el archivo
28 de abril de 2024