En el recuerdo de Luis Enrique Meneses Astete, que su luz siga guiándonos hacia un camino de amor inquebrantable y coraje infatigable. Que en cada amanecer encontremos la fuerza para abrazar la resiliencia, la gratitud por las pequeñas alegrías y la paz que mora en lo más profundo de nuestro ser. Recordemos su legado como un faro que ilumina nuestras vidas, recordándonos que en la oscuridad siempre habrá una chispa de esperanza. Sigamos adelante con valentía y nobleza, sabiendo que el amor es nuestro mejor refugio en tiempos de tribulación.
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10 de marzo de 2020