En memoria de Lucía Riquelme Moraga, recordemos que en cada amanecer se encuentra un nuevo comienzo, donde el amor y la gratitud se entrelazan para iluminar nuestro camino. Que la fuerza de su coraje nos inspire a abrazar la vida con resiliencia, recordando que en cada desafío hay una oportunidad de crecimiento. Que la paz que habitaba en su alma perdure en la nuestra, guiándonos hacia un futuro donde la esperanza florezca como un jardín de posibilidades infinitas. Que su legado nos recuerde el poder transformador del amor incondicional.
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29 de diciembre de 2019