En el legado de Lizka Enriqueta Thiers Márquez encontramos el amor que trasciende, la valentía que inspira, la resiliencia que fortalece, la gratitud que transforma y la paz que reconforta. Que su memoria sea luz en nuestro camino, recordándonos siempre que en cada amanecer hay una oportunidad para abrazar con cariño, enfrentar con determinación, sanar con compasión, agradecer con humildad y encontrar la serenidad en medio de la tormenta. Sigamos adelante con el corazón lleno de esperanza, sabiendo que el amor perdura y la fuerza interior nos sostiene en cada paso.
Publicado en el archivo
11 de marzo de 2020