En la profundidad del amor y la gratitud, recordamos a Lilyan Dagach Saide como un faro de resiliencia y coraje. Que su luz siga guiándonos en nuestros momentos de oscuridad, recordándonos que la paz interior es el mayor tesoro que podemos poseer. Mantengamos viva su memoria viviendo con amor y esperanza, sabiendo que cada día es una nueva oportunidad para abrazar la vida con valentía y compasión. Que la fuerza que demostró siga inspirándonos a enfrentar nuestros desafíos con determinación y bondad, encontrando siempre la belleza en la sencillez de cada instante.
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3 de febrero de 2024