En memoria de Lieselotte Paschold Reichenbach, recordamos que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para abrazar con gratitud la vida y sus misterios. Que el amor inunde nuestros corazones, el coraje guíe nuestros pasos y la esperanza ilumine nuestro camino. En cada lágrima, florece la resiliencia; en cada suspiro, encontramos la paz que necesitamos. Que su recuerdo nos inspire a vivir con pasión y compasión, a valorar cada instante como un regalo precioso. Que su espíritu perdure en nosotros, recordándonos que la vida es un viaje de experiencias, lecciones y amor infinito.
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21 de febrero de 2024