En memoria de Laureano Cádiz Díaz, recordemos que el amor brilla eternamente en cada acto de bondad que compartimos. Que la valentía guiada por la fe nos fortalezca en los momentos de prueba, mostrándonos que la resiliencia es parte de nuestra esencia. Agradezcamos cada instante de alegría y aprendizaje, sembrando paz en nuestro interior y en los corazones que tocamos. Sigamos adelante con gratitud, transformando la adversidad en oportunidad y el dolor en compasión. Que su legado nos inspire a vivir con pasión y esperanza, sabiendo que su luz perdurará siempre en nosotros.
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27 de febrero de 2020