En memoria de Karyn Van Leeuwen Westerhout, recordemos que el amor y la gratitud pueden iluminar incluso los días más oscuros. Que la resiliencia y el coraje sean nuestras alas, permitiéndonos volar hacia un horizonte lleno de esperanza y paz interior. Cada lágrima derramada es un tributo al amor compartido, cada suspiro es un recordatorio de nuestra fuerza interior. Sigamos adelante con fe, recordando que cada día es una oportunidad para abrazar la vida con valentía y compasión. En honor a Karyn, cultivemos la semilla de la esperanza en nuestros corazones. Que su luz guíe nuestro camino.
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8 de agosto de 2019