En la memoria de Karl Huber Camalez, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que florecen en el jardín del alma, ofreciendo coraje en tiempos de adversidad y paz en momentos de incertidumbre. Que su legado nos inspire a abrazar la resiliencia con esperanza, transformando desafíos en oportunidades, y sembrando bondad en cada paso del camino. En cada latido del corazón, encontremos fuerza para seguir adelante con humildad y valentía, recordando que la luz de su espíritu perdura, guiándonos hacia un futuro lleno de amor y promesas.
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5 de octubre de 2019