En el legado de Julio Maturana Badilla florece la semilla del amor inquebrantable, el coraje incansable, la resiliencia imparable y la gratitud eterna. Que su luz inspire paz en nuestros corazones y fortaleza en nuestros caminos. Que en su recuerdo encontremos consuelo en medio de la adversidad, y esperanza en los momentos de oscuridad. Sigamos adelante con la certeza de que su espíritu perdura en cada acto de bondad y en cada sonrisa compartida. Que su memoria sea un faro de amor eterno que guíe nuestros pasos con ternura y serenidad.
Publicado en el archivo
7 de junio de 2020