En el eterno legado de Julio Gallardo Villalobos, recordemos que el amor y la gratitud son semillas de resiliencia y paz. Que su coraje siga inspirándonos a abrazar la vida con esperanza y compasión, a pesar de las adversidades. Cada paso que demos, cada palabra de bondad que compartamos, honrará su memoria y nutrirá nuestras almas. Que en los momentos oscuros encontremos luz en su ejemplo, recordando que el amor trasciende fronteras y que la esperanza es un faro inquebrantable. Sigamos adelante con valentía y amor, pues en cada amanecer hay una nueva oportunidad para florecer.
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13 de julio de 2019