Que el amor que Julio Antonio Matus Loyola compartió con el mundo inspire coraje en nuestros corazones, fortaleza en nuestros pasos y gratitud por cada amanecer. En medio del dolor, recordemos su resiliencia y su luz que sigue brillando en nuestra memoria. Que su vida nos enseñe a abrazar la paz interior, a amar con intensidad y a nutrir la esperanza en cada nueva oportunidad que se presente. Que su legado nos recuerde que, a pesar de las adversidades, siempre podemos encontrar fuerza para seguir adelante con valentía y bondad en nuestros corazones.
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9 de noviembre de 2019