Que la luz eterna de Julian Ignacio Zaldainena Gallego siga iluminando nuestros caminos con amor y gratitud, recordándonos la belleza de su coraje y resiliencia. En su memoria, encontremos paz en cada amanecer y fuerza en cada atardecer, sabiendo que su espíritu vive en cada acto de bondad que sembremos. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con valentía y compasión, agradeciendo cada instante como un regalo precioso. Que su recuerdo nos guíe hacia un futuro lleno de esperanza y renovación, donde el amor sea siempre nuestra brújula.
Publicado en el archivo
23 de septiembre de 2019