En memoria de Juanita Armendáriz Elórtegui, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que florecen en el jardín del alma. Con coraje, abracemos la resiliencia para transformar la tristeza en paz y la adversidad en fortaleza. Cada lágrima derramada es un tributo a su luz y cada suspiro es una canción de esperanza en el viento. Sigamos adelante con humildad, sabiendo que el amor perdura más allá del tiempo y que su legado de bondad siempre brillará en nuestros corazones. Que su memoria nos inspire a vivir con pasión y compasión.
Publicado en el archivo
7 de junio de 2020