En memoria de Juan Domingo Aravena Martínez, recordemos su legado de amor y gratitud, su coraje inspirador, y su resiliencia inquebrantable. Que su luz siga guiando nuestros pasos con paz en el corazón y esperanza en el alma. En cada desafío, recordemos su ejemplo y abracemos la vida con valentía, sabiendo que el amor es nuestra fuerza más poderosa. Que su recuerdo nos impulse a ser mejores, a apreciar cada instante y a superar cualquier adversidad con fe y determinación. Sigamos adelante con la certeza de que el amor nunca muere, sino que trasciende en cada acto de bondad que compartimos.
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4 de enero de 2020