En memoria de Juan Claudio Sazo Chávez, recordemos que cada lágrima derramada se convierte en un río de amor que alimenta el alma. Que su coraje nos guíe en la oscuridad, fortaleciendo nuestra resiliencia para superar cualquier tormenta. Agradezcamos cada amanecer como un regalo valioso, apreciando cada instante con gratitud y amor incondicional. En su honor, abracemos la paz interior que nos susurra al oído, recordándonos que la esperanza florece en cada corazón que late. Sigamos adelante con fe, sabiendo que el amor eterno de Juan Claudio nos abraza desde la eternidad.
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14 de diciembre de 2019