En el legado de Juan Carlos Sandoval Munita, encontramos valentía para abrazar la vida con gratitud y amor inquebrantable. Su espíritu resiliente nos susurra al oído la dulce melodía de la paz interior, recordándonos que incluso en la oscuridad más profunda, la luz de la esperanza nunca se apaga. Sigamos el sendero con coraje y bondad en el corazón, honrando su memoria con cada paso que damos. Que su amor perdure en nuestros corazones, guiándonos hacia un mañana lleno de promesas y posibilidades. ¡Que la paz eterna lo envuelva y nos inspire a ser mejores cada día!
Publicado en el archivo
7 de marzo de 2020