En el suave susurro del viento, el espíritu de Josefina Salinas Rossel vive eternamente, irradiando amor y gratitud. Su legado de coraje y resiliencia es un faro de esperanza, recordándonos que en cada amanecer hay promesas de paz y renovación. Aprendamos de su ejemplo y abracemos la vida con valentía y compasión. Que nuestros corazones se llenen de amor inquebrantable, y que nuestras almas encuentren consuelo en la certeza de que la luz de Josefina sigue brillando en cada rincón de nuestro ser. ¡Vivamos con amor y esperanza, honrando su memoria con cada paso que damos!
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10 de enero de 2020